¿Qué es el Diccionario Azcárate de terminología artística (DAZCARTE)?

Preliminares

El Diccionario Azcárate de terminología artística (DAZCARTE) es un repertorio léxico nativo digital, lo que permite el aumento y la corrección continuos e ilimitados de la información, consistente en la descripción de la terminología artística que goza de solera en la lengua española. Téngase en cuenta que la obra publicada forma parte de una base de datos con un número mayor de campos y, por tanto, de tipos de información que se irán dando a conocer paulatinamente. Las disciplinas que, en una primera fase, se contemplan son la danza, la escultura, la heráldica, la música, la orfebrería y la pintura. El carácter interdisciplinar ya forma parte del ADN de cualquier diccionario, de ahí que sea redundante decir que es una obra colaborativa. Y lo es no sólo por la necesidad de tener en cuenta a especialistas en las materias tratadas (de ahí que la colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando [RABASF] haya sido enriquecedora, en este y en otros muchos aspectos); también porque la obra ha sido redactada por filólogos de formación que pertenecen a varias Universidades europeas. La observación de la tradición idiomática, así como las características prototípicas del léxico técnico, permiten no caracterizar diatópicamente los términos, por lo que se considera que, pese a hacerse desde España y con textos fundamentales editados en dicho país, los resultados pueden ser útiles para toda la comunidad hispanohablante.

El DAZCARTE se integra dentro de un conjunto de recursos en el dominio vocabularioartistico.com: el Archivo Azcárate de terminología artística (AZCARTE) y el Corpus Azcárate de terminología artística (CARTE). Puede consultarse la información relevante de cada recurso en la correspondiente sección del portal, que ambiciona ser una herramienta fundamental para el conocimiento del léxico artístico en lengua española. Asimismo, el diccionario incluye un potente buscador que permite realizar diversas búsquedas parametrizadas.

Si bien en primera instancia el público interesado en el DAZCARTE puede ser los profesionales de las disciplinas consideradas, también, por su naturaleza, resultará de gran utilidad al mundo de la filología. No en vano, el diccionario se caracteriza básicamente por ser filológico. Ello supone (1) una atención tanto a las formas como al contenido (datación, etimología…); (2) un celo obstinado por la documentación (primera constatación del uso, ejemplificación…); y (3) una preocupación por la evolución del contenido a partir de lo aportado por la evidencia textual a lo largo de la historia. Importa sobre todo el análisis completo de estos rasgos en el léxico inventariado. La obra, por tanto, se convierte en una herramienta fundamental para el conocimiento de esta información deficitaria, errónea o simplemente ausente en los diccionarios de terminología artística de lengua española.

Obtención del material léxico

El del léxico es un mundo similar al de una bobina desmadejada. Basta encontrar el cabo del hilo para conformar el ovillo. En la obtención del material léxico se plantearon varias estrategias. Así, parecía conveniente atender las voces del campo a estudiar en el Diccionario común de la Real Academia Española, o en cualquier otro repertorio. Además, la investigación previa implicó la atención a un aspecto relevante que diera lugar a una investigación de mayor calado (procedimientos formales de creación del léxico implicado, lenguas prestatarias, voces presentes en un determinado autor o tratado…). A partir de aquí, y una vez redactados los artículos lexicográficos correspondientes al aspecto considerado, se pueden «cerrar» versiones sucesivas del DAZCARTE con la elaboración de los artículos de las voces que figuran en los casos expuestos.

Más difícil es, no obstante, la confección de un corpus textual que sirva para la primera datación, la ejemplificación o la aclaración del uso de los términos. Existe una casuística específica para cada caso que debe abordarse por separado, si bien en líneas generales el redactor encargado de una disciplina concreta ha creado su corpus particular. La suma de estas fuentes, más otras complementarias (como diccionarios, revistas de las correspondientes disciplinas, manuales, etc.) arroja en la actualidad un total de 878 unidades documentales, a las que debemos sumar dos herramientas diseñadas para la elaboración del DAZCARTE, como son el AZCARTE y el CARTE.

La entrada

A fin de ganar en coherencia y sistematicidad en la elaboración de los lemarios, se reproduce la entrada en una sola forma univerbal. La entrada es llave de acceso a la información sobre la unidad léxica en cuestión, no reproducción exhaustiva de todas sus variantes fónicas, gráficas y flexivas a lo largo del tiempo y del espacio. Su transcripción se lleva a cabo según la tradición lexicográfica hispánica y según la forma actual del término. Si es un arcaísmo y ha dejado de usarse, se lematiza en la última forma vigente.

Se recogen, en un determinado orden, todas las variantes formales de la entrada: fónicas, gráficas, flexivas, históricas o diatópicas. La recogida de las variantes se rige por el siguiente orden: (1) femenino y masculino de los sustantivos y adjetivos de dos terminaciones; (2) variantes suscitadas por la historia o la diversidad diatópica, en orden alfabético y sólo la forma masculina singular si se trata de sustantivos y adjetivos de dos terminaciones: anillada, anillado; añillado. Se usa punto y coma [;] para separar los dos tipos de variantes.

En cuanto a la información gramatical, en la primera etapa de redacción del diccionario, se ha completado la información correspondiente a la categoría o clase de palabra. Sólo en el caso de sustantivos en forma exclusivamente plural podrían ser marcados también como tales. Hay que tener en cuenta que el uso subcategorial de los sustantivos (masculino y femenino) y los verbos (transitivo, intransitivo, pronominal...) puede variar sincrónica y diacrónicamente, por lo que en una fase posterior de elaboración se decidirá cómo marcar esta variación (por ejemplo, mediante la incorporación de un valor masculino y femenino, transitivo e intransitivo, etc.). Por ahora, sólo interesa la marcación categorial básica, que nos permita una localización exacta de las clases de palabras relevantes en la consulta al buscador, con un fin lematizador, investigador, etc.

Las locuciones son unidades léxicas pluriverbales. Para su lematización, se incluyen bajo una entrada según los criterios habituales del quehacer lexicográfico: sala señorial > sala. La entrada se caracteriza como si fuera un lema univerbal más, puesto que sirve como introducción para las correspondientes locuciones agrupadas en torno a dicha entrada.

Modelo de entrada en el Diccionario Azcárate
Estructura del artículo lexicográfico y ejemplo

Información histórica

Dado el carácter histórico del DAZCARTE, la información que se presenta en esta sección es fundamental y, por tanto, prioritaria, de manera que no se ha lematizado ni pasado a engrosar el inventario de artículos si antes no se ha obtenido información relativa a su origen, etimología, datación, etc.

La obtención de la información que sirve para la caracterización histórica del léxico analizado en el DAZCARTE se ha logrado gracias a valerse el equipo de las herramientas de consulta más adecuadas en el ámbito lingüístico-filológico hispánico, enumeradas y descritas en los paratextos del diccionario.

Para la información sobre las lenguas de origen de los términos se han tenido en cuenta las distintas versiones de las lenguas: francés, franco-provenzal; latín, latín científico, latín medieval... Los étimos que presentan diacríticos (la cantidad en latín, los acentos en las lenguas románicas) figuran en la transcripción. Los griegos se han transliterado a dicha lengua. Tras el étimo, entre comillas simples va su significado, aunque sea obvio o sea el mismo que en español: dentātus ‘dentado’, virole ‘virola’. Los arabismos, helenismos y latinismos que se introducen en español en fechas más allá de sus orígenes y por una vía libresca son considerados cultismos.

Para los procedimientos vernáculos de formación de palabras (derivación, composición, parasíntesis, onomatopeyas y abreviaciones) se propone siempre una base; mientras que en el caso de variantes morfológicas que suponen una recategorización, se marcan como flexión de la base (tornado: flexión de tornar).

Las documentaciones imprecisas se expresan por medio de las convenciones usuales. Tras las fechas originales se coloca, entre corchetes, la fecha de edición del texto que se ha manejado en el rastreo: c. 1140 [1993]. En el establecimiento de la primera datación se tienen en cuenta todas las variantes formales del lema, históricas o producto de la flexión. Conviene advertir de que esta primera datación no ha de coincidir necesariamente con la del uso terminológico considerado. Para que exista dicha coincidencia –por ejemplo, en las voces propias de la disciplina de marras– debe comprobarse si es la misma fecha la de la primera datación y la del primer ejemplo documental (vid. DOCUMENTACIÓN).

Asimismo, hay que distinguir entre la primera documentación de una locución y la de una entrada (cabecera del artículo lexicográfico) y las distintas acepciones de una misma entrada. Por ejemplo: la primera acepción heráldica de calzado se documenta en 1725; la segunda, en 1856; pero calzado –que es la que figura como entrada– se usa desde c. 1140 [1993], en una acepción no técnica. Esta última datación es la que figura como primera ocurrencia de la entrada; las otras dos deben coincidir con la fecha de la muestra documental asignada a cada acepción.

Información semántica

La definición se ajusta a los principios metodológicos exigidos por la lexicografía. No es enciclopédica (para esa información están los ejemplos de uso y otros campos que se irán incluyendo en lo sucesivo), tampoco prolija en el detalle, con el añadido de semas irrelevantes para la distinción del uso del término. El DAZCARTE trata de definir palabras, no realidades, ya que interesan las formas más que los contenidos. Se ha extraído lo común de todos los sentidos posibles aportados por los tratadistas que conforman el corpus textual, a fin de no extender el número de acepciones como resultado de una excesiva atomización del sentido. Es sólo cuando los usos no son agrupables en un único sentido, deducible de todos los ejemplos, cuando se establece una o más acepciones distintas.

Todas las acepciones están adscritas a una marca diatécnica. Si se clica en ella se recuperan todos los términos adscritos. El criterio que rige en la ordenación de las acepciones es el cronológico (dado el carácter histórico del diccionario) y, a continuación, la frecuencia de uso deducida de los textos que sirven de fuentes. Los sinónimos son totales, no de significado aproximativo, en un estado concreto de la lengua (incluido el actual) o a lo largo de la historia.

Entre corchetes, entre la marca diatécnica y la definición, se incluye el contorno lexicográfico del término en cuestión. Esta información es muy importante, pues sirve para resolver los problemas que en numerosas ocasiones se presentan en la lematización de locuciones (¿debería lematizarse escudo cuartelado bajo la voz escudo o lematizar simplemente cuartelado?; en ese caso, se pueden presentar muestras textuales del tipo: «el cuartelado es el escudo que...», con lo que se rompe la unidad formal de la locución).

Documentación

Los campos referidos a esta sección constituyen, junto con la información formal e histórica, la piedra angular del diccionario. La primera referencia es siempre la de la primera ocurrencia técnica del término en cuestión. Si se clica en la clave bibliográfica que introduce cada uso puede encontrarse el listado de voces autorizadas con dicha referencia.

Los ejemplos librescos son ordenados cronológicamente y seleccionados en función de la solera en nuestra lengua y su difusión. No son demasiado extensos, tan sólo representativos de la constatación del término y en múltiples ocasiones aportan información enciclopédica o esclarecedora del significado. Priman los usos más que las menciones (es decir, descripciones metalingüísticas de la voz y de su referente). Las citas no figuran truncadas y se respeta en su transcripción la grafía y puntuación originales de la fuente que sirve para la extracción del ejemplo, a excepción de la ſ (ese longa) y la separación de los signos de puntuación.

Enciclopedia

Dado que no es el cometido fundamental del DAZCARTE, se prevé que los campos incluidos en esta sección sean completados en una segunda fase del diccionario. Por ejemplo, con datos no sistematizables que corresponden a campos que ya han aparecido o no encajan en la sistematización de la información deseada. Asimismo, es probable que en los ejemplos de uso se aluda a figuras, ilustraciones, etc. En ese caso, se colocará un hiperenlace a la imagen para que el consultor pueda ver la alusión.